¿Qué es este juego de palabras, que lleva por título el artículo, “Soy lo que Creo y Creo lo que soy”?


Seguramente ahora, mientras lees de una forma u otra sabes que este título encierra una gran verdad. La verdad del poder de nuestro pensamiento. Hay mucho material en libros, audios, películas… sobre este tema y aunque puede que todo esté dicho, sigue despertando en nosotros un gran interés. ¿ Por qué?. Porque para muchos la información se queda en conocimiento y no experimentan en sus vidas el gran poder que tenemos de co-crear. Todos tenemos un genio dentro deseando manifestar su creatividad. Es el propósito de este artículo, que redescubras tu capacidad innata de permitir que el Bienestar de este Universo fluya constante y libremente hacia tu experiencia. El Bienestar es lo natural, es una corriente ilimitada y debes alinearte con ella. Nuestro cuerpo tiende a la fuente de vida, cuando te haces un corte en un dedo, se pone en marcha todo el organismo para cerrar la herida.
Si hiciésemos un ejercicio ahora de escribir la vida que nos gustaría tener, estaríamos creando un guión de vida, que puede manifestarse o no.
¿De que depende que la historia que escribiésemos ahora fuese nuestra realidad futura?. De nuestros pensamientos y sentimientos. Lo que pienso en este instante esta creando mi futuro inmediato. Os pondré un ejemplo sencillo, un alumno asiste a clases de yoga conmigo lleva varias semanas que no ha podido ir, y por fin hoy puede ir, cuando llega, se encuentra que hay otro profesor que no conoce. El primer pensamiento que le viene, es, “y ¿éste quien es?, después de todo el esfuerzo que he hecho para venir y ahora esta este tipo que no conozco y a saber como da la clase”, bien un pensamiento de este tipo, viene a él por falta de flexibilidad al cambio y al fluir con lo que es. Este pensamiento genera un sentimiento de rabia, y comienza la clase enfadado, ese pensamiento de hace unos minutos le puede amargar la clase de 1.30h, o incluso más si no consigue desengancharse, y conecta con otros episodios del día o del pasado que le hayan hecho sentir rabia, desilusión...
Otro pensamiento que puede venirle es que bien, voy a probar una clase con una persona que no conozco, seguro aprendo cosas nuevas. Esto genera un sentimiento de apertura, de ganas de aprender y comienza la clase con ilusión. En su sistema de creencias está la opinión de que lo nuevo es para su bien o algo parecido, está grabado en él, por lo que esta situación la vive de una forma natural sin sufrimiento alguno.
Las circunstancias no han cambiado, misma sala, mismo profesor, mismos compañeros, mismo esfuerzo para llegar, todo igual, y un pensamiento le ha llevado a una clase enfadado, o ilusionado. Y este pensamiento tiene que ver con el sistema de creencias, continuamente estamos creando nuestra experiencia según nuestras creencias.
Y ¿qué son las creencias?.Las creencias son un conjunto de ideas y pensamientos que aceptamos como verdades.
Los seres humanos estructuramos nuestras vidas y damos significado a nuestro modelo del mundo a través de nuestro propio sistema de creencias. Estas creencias se han formado a través de la acumulación de experiencias, triunfos y fracasos vividos, así como de los mensajes que hemos recibido de nuestros padres y de nuestras madres, de nuestros educadores, de los medios de comunicación, de lo que los demás decían sobre nosotros, etc.
Las creencias condicionan la percepción que tenemos de nosotros mismos, de los demás y de la realidad que nos rodea. Algunas de estas creencias son recursos valiosos y poderosos. Otras limitan nuestra eficacia.
Las creencias forman parte de nuestra identidad. Se han ido acumulando y afirmando desde que estábamos en el útero de nuestra madre y han llegado a dar forma al mundo en donde nos movemos y relacionamos. Nuestras creencias son en definitiva lo que yo soy. Nuestros actos y elecciones están condicionados por nuestras creencias, por ello es muy importante que revisemos profundamente si lo que creemos es útil, verdadero, necesario o importante.
De niños, a partir de las reacciones de los adultos que nos rodeaban aprendimos quiénes éramos y qué era la vida. Muchas de nuestras creencias han entrado en nosotros sin que nos demos cuenta, accidentalmente o como parte de la educación recibida y generalmente las hemos aceptado como válidas sin pararnos a revisarlas.
Para transformar una creencia necesitamos identificarla.
Muchas personas tienden a pensar que sus creencias son universalmente ciertas y esperan que los demás las compartan. Nos tenemos que dar cuenta que el sistema de creencias es algo personal y en muchos casos diferente de los demás.
Cuestionar una de nuestras creencias puede desestabilizar todo nuestro sistema de creencias ya que unas derivan de otras o están relacionadas. Por ello nos da tanto miedo revisar nuestras creencias, es a través de nuestro sistema de creencias que damos significado y coherencia a nuestro modelo del mundo, al estar tan profundamente vinculados, cuando yo identifico una creencia que hoy no me es valida y quiero modificarla, me enfrento a una especie de perdida de identidad.
La creencia instalada en nosotros de forma sólida, hace que nuestra mente no tenga en cuenta experiencias que no casan con ella.
Las creencias pueden determinar nuestra salud, nuestra inteligencia, nuestra creatividad y con ello nuestro grado de felicidad y de éxito.
Nuestras creencias están interactuando en el momento presente, se encuentran en nuestro consciente e inconsciente, siendo a estas últimas las más difíciles de acceder y modificar.
Si nuestras creencias nos incapacitan para conseguir los resultados deseados, deberíamos considerar la posibilidad de creer algo nuevo o diferente. Para ello hemos de ser conscientes de que la creencia actual nos limita, hemos de estar dispuestos a dudar y a cuestionar su validez.
A largo de nuestra vida hemos ido descartando de forma automática infinidad de creencias que ya no nos servían, ahora se trata de hacerlo de forma consciente. Está en nuestras manos revistar, cuestionar y cambiar nuestras creencias limitadoras. Podemos desaprenderlas, olvidarlas o substituirlas por creencias capacitadoras.
Cuestionar estas creencias puede tener una repercusión extraordinaria en nuestras vidas. Si estamos dispuestos/as a pensar de forma diferente descubriremos nuevas ideas, conceptos y opciones que antes éramos incapaces de percibir. Nos abriremos a un mundo lleno de posibilidades.

Os pondré un ejemplo de cómo se forma una creencia:
La creencia se instala normalmente en nuestra primera infancia, donde nuestra forma de ver el mundo es a través de nuestros padres, educadores,... Creíamos prácticamente todo lo que ellos nos decían. Por ejemplo un niño vive en una casa donde su padre, llegaba siempre muy tarde a casa, cansado de trabajar, preocupado. Él le veía sufrir por la escasez económica y le oía decir la vida es muy dura cuesta mucho ganar dinero para sobrevivir. Que suerte tiene mi vecino... Este comentario dicho de mil formas distintas más lo que el niño veía, que su papa, llegaba tarde, cansado, preocupado, hacen que adquiera una creencia que puede ser variada, aunque con una misma esencia, tipo a la vida es trabajar y sufrir, el dinero es muy difícil de conseguir... pasan los años y este niño se hace adulto y lleva a su vida experiencias que refuercen aquello que grabo, materializando esa creencia en su experiencia. De esta forma se convierte en su verdad, no tiene dinero y le cuesta ganarlo, o sufre porque la vida es sobrevivir... y la creencia se va convirtiendo en una forma de vida.
Antes os decía que la creencia instalada en nosotros de forma sólida, hace que nuestra mente no tenga en cuenta experiencias que no casan con ella y esto en la práctica siguiendo con el anterior ejemplo es que las experiencias que este adulto puede ver en otros de disfrute en la vida, o abundancia de dinero se quedan en los otros y él en lugar de pensar que esto lo puede cambiar, lo que hace es que reafirma aun más su creencia de yo no tengo suerte en esta vida y es lo que toca y se resigna.
¿Cómo perpetuamos esta creencia que se formo hace años y que era la realidad de nuestro padre y no la nuestra? Aquí llegamos a la Ley de la Atracción, esta es una Ley Universal conocida también como Principio de Vibración o Ley de Afinidad, que muchos de los que estáis leyendo este articulo conoceréis bien por La película El Secreto, o ¿Y tú que sabes?, o por libros de sabiduría perenne antiquísimos como el Bahagavad Gita o el Kybalion.

La ley de la atracción rige a nuestro universo, por eso es que siempre atraes aquello en lo que te enfocas, no aquello que deseas. La ley de la atracción nos dice que todo atrae a su igual y que todo aquello en lo que concentras tu atención es lo que expandes, lo que alimentas, lo que atraes sin cesar una y otra vez. Y es que la mayoría utilizamos esta ley al revés, siempre que algo malo sucede nos dedicamos a comentarlo, le damos vueltas en la cabeza y cuando nos damos cuenta ya tiene tanta carga emocional que es muy difícil dejar de sentirnos mal por ello, así que al sentirnos mal por ese suceso lo atamos a nosotros, nos volvemos su amigo y nunca nos dejará.
Con el ejemplo anterior vamos a llamar Agapito aquel niño que vivió la escasez económica al hacerse adulto el habla una y otra vez de lo dura que es la vida, lo difícil que esta conservar un trabajo, los contratos basura... además el dinero es para las malas personas..Bueno podríamos continuar páginas y páginas, de lo que se trata no es de ver los comentarios sino que veáis claro donde enfoca su atención, y entendamos la Ley de La Atracción, semejante atrae a semejante, donde pongo mi atención va mi energía y con ello creo mi experiencia.
Es importante señalar que esta creencia esta generando en Agapito un sentimiento de temor, ansiedad....estas emociones son vibraciones que llegan al Universo como peticiones, por lo que la Ley de La Atracción que no descansa jamás y que es como el genio de la lámpara de Aladino, tus deseos son ordenes, envía a Agapito más experiencias que le generen miedo, frustración... El Genio no interpreta si la experiencia es buena o mala, se limita a cumplir su trabajo que es devolver más de lo mismo. Agapito tiene que salir del circulo vicioso para cambiar la situación, él puede pedir a todos los Santos que cambie su situación que está no cambiara sin que antes cambie su vibración.
Las emociones tienen una vibración. Al principio del artículo yo os decía que nuestro estado natural es de bienestar y que para que fluya a nosotros esta fuente tenemos que estar alineados. ¿Y que es estar alineados?. Vamos a ver, si yo quiero escuchar una emisora de radio tengo que poner su frecuencia, si yo pongo la radio en la frecuencia equivocada no escucharé la emisora que quiero, pues igual pasa con nuestras emociones, si yo quiero vivir en el bienestar tengo que emitir la mayor parte del tiempo frecuencias altas. Volvemos Agapito, él dentro de la escala emocional vibra muy bajo por lo que lo primero que tiene que hacer antes de pedir es subir su vibración. Recordáis antes que en el ejemplo de la clase, os contaba la diferencia de vivir una clase de yoga en un estado u otro, pues por muy arraigada que este la creencia el poder de cambiar lo tengo en el presente. Siguiendo con Agapito, él primero tiene que identificar sus creencias limitadoras, observar sus pensamientos y lo que habla y hace, puesto que como dijo El Gran Maestro Ghandi ;
Vigila tus pensamientos, se convierten en palabras. Vigila tus palabras, se convierten en acciones. Vigila tus acciones, se convierten en hábitos. Vigila tus hábitos, se convierten en carácter. Vigila tu carácter, se convierte en tu destino.
Una vez que el compruebe donde esta enfocando y comprenda que tiene que enfocarse en algo distinto si quiere cambiar lo que esta viviendo, y esto es muy importante porque puede estar quejándose mucho y en lo más profundo no querer cambiar ya que es la forma de vida que conoce y ha aprendido a que otros le quieran por esta situación. Si él decide cambiar se enfrenta como hablábamos antes no solo a el sino a todo su entorno. Bien Agapito tiene claro que no quiere esta vida para él, primero identifica la creencia, después deja de hablar de su situación, esta atento a sus pensamientos para poder abrir nuevas carpetas en la mente, por ejemplo, llega un pensamiento la vida es dura, él que se da cuenta, se dice eso era antes, ahora la vida es un regalo y empieza agradecer por todo lo que tiene, salud, un hijo maravilloso, una casa, comida, ropa, ..Y de nuevo la lista es interminable, a medida que Agapito empiece a vivir desde el agradecimiento su frecuencia vibratoria, comenzará a cambiar y el Universo responderá a su nueva vibración. Agapito aprenderá a sentirse bien, cuando le venga un pensamiento antiguo, para ello cantará, escuchará música, paseara por el monte, jugará con su mascota, acariciara a su hijo etc....
Hay una escala de emociones básicas y es normal que Agapito que lleva años con un patrón de conducta, vaya pasando por esa escala un día sentirá envidia, que ya es mayor vibración que el temor, otro puede sentir desanimo que es mayor vibración que la envidia, otro dudas, que es mayor que el desánimo..Incluso es natural que en mismo día viva emociones básicas de distinta vibración, lo importante es que él ha decidido cambiar, hace por sentirse bien y esta agradecido.
Ahora te invito a hacer un breve ejercicio para que vivas la experiencia ante una situación que es la que es, sentir como puedo cambiar mi actitud.

EJERCICIO : Importante si quieres obtener un conocimiento de este ejercicio hazlo por partes lee la primera parte hazla, después pasa a las segunda parte hazla, hasta llegar al final.
1ª Parte: coge bolígrafo y papel, cierra los ojos e imagina una situación que te desagrada con una persona con la que tienes mucho roce, por ejemplo puede ser que tu hijo tenga el cuarto siempre desordenado y eso te enfurezca, o que tu compañero de trabajo en las reuniones siempre quiera destacar su entrega a la empresa, lo bien que trabaja, y lo poco que haces tu,,. que tu mujer o marido jamás se ocupe de ir a recoger a los niños porque prefiere irse a esa hora con sus amigos ..Bueno imagina cualquier situación que te moleste de alguien importante en tu vida.
Cuando ya has traído a tu mente la experiencia y aunque no este pasando en este momento, el recuerdo está provocando que te empiece a “hervir la sangre” y té estas enojando, cada vez estas más y más molesto/a. En ese estado vas a abrir los ojos y escribe en el folio.
2ª Parte: el nombre de la persona, por ejemplo Maria y continua la frase con algo que afirme lo que te hace sentir mal por ejemplo Maria, mi hija es una vaga no recoge nunca su cuarto, o Juan mi marido es un egoísta el se toma su tiempo libre mientras yo tengo que correr para llegar al colegio después de salir de la oficina, o Rubén mi compañero, es un trepa, siempre cuenta el trabajo que no he podido terminar para dejarme por debajo de su eficacia... Bien, frases cortas, ahora pon al lado como te sientes con esa afirmación igual, mejor o peor que cuando imaginabas la situación hace unos minutos.
Escribe otra frase, tipo a: debí educarla mejor, o no sé como decirle a mi marido que necesito que me ayude... y al lado como te sientes igual, mejor o peor que con la situación imaginada.
Siguiente frase, escribe algo tipo a recuerdo lo que es ser adolescente, o mi marido tiene un trabajo tan estresante que ese rato con los amigos le viene muy bien, cuando llega a casa puede jugar con los niños sin estar molesto. Califica esta frase, te sientes igual, mejor o peor,
Última frase, tipo gracias a Rubén el trabajo es muy divertido su gran sentido del humor hace que me lo pase muy bien en la oficina. O mi hija tiene cualidades maravillosas.... Como te sientes ahora igual, mejor o peor que al empezar el ejercicio.
Bien confío hayas experimentado como, poco a poco ha ido cambiando tu estado de hace unos momentos, de mal estar, gracias a llevar nuestra atención hacia las cosas que nos gustan de esta persona que es importante en nuestra vida.
Te contaré que en los talleres de la Ley de la Atracción que imparto, una madre en el ejercicio que acabáis de hacer ahora, escribió la experiencia con su hija de 15 años y que la desesperaba como tenia su cuarto, cuando llegó a su casa procuró cada día al ver la habitación de su hija pensar en las cualidades buenas de ella, recordar lo bien que lo pasaban juntas , las tardes hablando de sus cosas... y a los dos meses me llamo y me dijo, Cristina no he vuelto a enfadarme por como tiene mi hija el cuarto, me es indiferente, Y yo le dije a medida que esa indiferencia sea mas permanente, tu hija probablemente recoja su cuarto. Lo importante es que tú mires por sentirte mejor, no esperes resultados en el otro. Ella quiso dejar de sufrir por la suciedad del cuarto de su hija, y lo ha conseguido, ya le es indiferente.
Aprender a sentirnos bien conlleva una vida más agradable, más gozosa y permite que la fuente de bienestar universal fluya en nosotros.
Me despido ya con esta parábola de Jesús; iba Jesús caminando con sus apóstoles y encontraron un perro descomponiéndose, los apóstoles dijeron vayamos al otro lado, es horrible y huele fatal y Jesús miro al animal y dijo Fijaros que dientes más blancos tiene son como Perlas, os invito a que sepamos ver la belleza ante cualquier situación y que en las personas con las que relacionemos destaquemos sus virtudes y no sus fallas.


Que seáis felices

Cristina Paz

Aprobado , pendiente de publicación en Yoga Journal.